Psicología y nutrición son dos ramas sanitarias que ejercen de manera independiente, sin embargo, ¿qué ocurriría si consiguiésemos integrarlas en un mismo tratamiento?
¿En qué puede ayudar la nutrición a la terapia psicológica?
Cuando un paciente llega a nuestra consulta por primera vez, comienza lo que en psicoterapia entendemos como la fase de evaluación. Durante esta fase de evaluación recogemos numerosos aspectos de la vida de la persona: síntomas, personalidad, habilidades, pasiones…
Sin embargo, muy pocas veces nos acordamos de evaluar la relación con la alimentación, salvo que la persona de señales de un problema con la misma. ¿En qué podría ayudarnos trabajar la alimentación en cualquier caso?
Autoestima
La autoestima tiene mucho que ver con cómo sentimos que estamos haciendo las cosas y el nivel satisfacción personal. Aunque pueda parecer superfluo, cómo comemos afecta a nuestra autoestima. Sentir que nos cuidamos y que lo estamos haciendo bien, tiene un efecto reparador en la propia relación con nosotros mismos.
Regulación emocional
Muchos de los casos que llegan a consulta psicológica, requieren de un entrenamiento en habilidades de regulación emocional. La alimentación es un escenario ideal tanto para entrenarlas, cómo obtener recursos de la persona. Cómo controlamos la alimentación, dice mucho sobre como gestionamos nuestras emociones.
Mente sana, cuerpo sano. Y viceversa
Cuando trabajamos bajo un marco de salud, sabemos que no podemos hacer una división entre mente y cuerpo, si no qué de alguna manera, todo se encuentra alineado. Es sabido qué la alimentación que llevamos tiene una repercusión directa sobre nuestra salud y nuestro bienestar: energía, prevención de enfermedades, lesiones, étc.
Por tanto, cuidando nuestra salud física estaremos cuidando también nuestra salud mental.
La psiconutrición en los trastornos de la alimentación
Resulta evidente que el escenario fundamental donde cobra especial importancia que psicología y nutrición colaboren, en el caso de los trastornos de la alimentación.
La psiconutrición añade un extra a cualquiera de las dos terapias por separadas, si bien, cualquier problema de alimentación debería recibir la atención dual de profesionales de ambas ramas.
La psicoterapia nutricional contribuye a que podamos explicarles a nuestros pacientes la realidad sobre la alimentación, y justificar muchas de nuestras propuestas de intervención. A menudo, las personas que sufren problemas de alimentación necesitan que alguien les enseñe a comer bien y desestructure la cantidad de información errónea que han podido adquirir por sus propios medios.
Alejandro Vera. Psicólogo y nutricionista en GRULLA PSICOLOGÍA Y NUTRICIÓN. Madrid.
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