Los creadores de la disciplina positiva fueron Alfred Adler, Jane Nelsen y Lynn Lott en quienes está basado este artículo. La disciplina positiva nace como alternativa a la disciplina punitiva.
Esta última es la disciplina tradicional basada en un sistema de encauzamiento en el que la persona recibe sanciones en base a comportamientos negativos y donde se promueve el comportamiento positivo a través del castigo.
Vale pero, ¿qué efectos tiene a largo plazo la disciplina punitiva en las personas? Básicamente y guardando las diferencias individuales, suele generar en la mayoría de los casos resentimiento, venganza, rebelión y reducción de la autoestima.
Por otra parte, la disciplina positiva afronta la corrección de estos errores y malos comportamientos de forma constructiva. Ofrece una salida adecuada a los errores y busca una forma de rectificar que resulte satisfactoria para ambas partes.
Los pilares básicos son la conexión, el respeto mutuo, la validación de emociones, el desarrollo de habilidades socioemocionales y la confianza y el afecto. Los objetivos que persigue esta disciplina son que las personas (alumnos, niños, niñas, adolescentes, adultos) entiendan y comprendan el sentido de las normas, que sean responsables para entender que sus actos tienen consecuencias y que actúen con libertad en función de sus conocimientos.
Difícil tarea, ¿verdad? Por ello, a continuación se exponen algunas pautas para que madres, padres, educadores y educadoras puedan aplicar esta disciplina en su entorno:
- Actúa como ejemplo para él, ella o ellos.
- Establece los objetivos de conducta que queremos conseguir involucrándolos.
- Se firme con tus decisiones, límites y normas pero con cariño y amabilidad
- Desarrolla su autonomía
- Critica la acción y no a la persona (evita las etiquetas)
- Si fuera necesario riñe o castiga sin olvidar enfocar en las soluciones
- Dialoga con el niño
Si crees que necesitas ayuda con tus hijos ponte en contacto con Psicosalud Almería donde te podremos orientar.
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Recuerda: DATE LA OPORTUNIDAD
Fernando Aranda Moraga, Maestro de Educación Física Psicólogo en Centro de Protección de Menores de Almería.
