El ictus es una de las principales causas de mortalidad en los países desarrollados. Este ocurre cuando un vaso sanguíneo que lleva sangre al cerebro se tapona o se rompe, evitando así que llegue al cerebro el flujo de sangre, oxígeno y glucosa que necesita. Trascurridos unos minutos, aquellas células nerviosas que no reciben flujo sanguínea, mueren.
Las consecuencias o manifestaciones, dependerán fundamentalmente del tamaño, localización y etiología afectada y además existirá variabilidad tanto en los déficits motrices y sensoriales como en el comportamiento (cognitivos, conductuales, emocionales y afectivos).
En función del área podemos encontrar diferente sintomatología. Por ello, es importante una valoración neuropsicológica, no solo para conocer los déficits ocasionados por la lesión, sino de cara a una intervención efectiva y una máxima recuperación de estas áreas afectadas.
Algunos de los síntomas que pueden aparecer dependiendo del área afectada son los siguientes:
- Adormecimiento o debilidad repentina en la cara, el brazo o una pierna, especialmente en uno de los lados del cuerpo.
- Confusión, dificultad para comunicar algo o para entender.
- Dificultades motoras para caminar, mareo, pérdida de equilibrio o coordinación.
- Problemas de visión.
- Dolor de cabeza repentino sin que se conozca la causa.
Cuando el ictus está localizado en la parte izquierda del cerebro, la afectada será la contralateral, es decir, la derecha, pudiéndose observar algunos de los siguientes síntomas:
- Parálisis del lado derecho del cuerpo.
- Problemas del habla o del lenguaje.
- Estilo de comportamiento enlentecido.
- Pérdida de memoria.
Si la lesión está situada en la parte derecha del cerebro, será la parte izquierda del cuerpo la que mostrará los déficits:
- Parálisis del lado izquierdo del cuerpo.
- Problemas de visión.
- Comportamiento inquisitivo, acelerado.
Tras los últimos estudios, la prevención es la manera mas efectiva de luchar con la probabilidad de ictus. La práctica de ejercicio de manera regular, llevar una dieta saludable, vigilar y tratar las diabetes, revisar de manera periódica la presión arterial y evitar el tabaco y el alcohol.
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Recuerda: DATE LA OPORTUNIDAD
Purificación Ceballos Jiménez, neuropsicóloga, estudiante en prácticas del máster en psicología general sanitaria y directora de la residencia de mayores «El Manantial» (Terque).
