La vida es un progreso, por lo tanto, tenemos que asumir que en este viaje que emprendemos nos vamos a encontrar con piedras y lugares difíciles de transitar, aunque también con senderos preciosos con un agradable olor.
Estas situaciones desagradables que irremediablemente se presentan a lo largo de nuestra vida, en ocasiones, nos desbordan y superan haciendo que suframos.
El sufrimiento no es atractivo, obviamente, pero no debe ser una barrera que te impida seguir por la vía que te has marcado. Tenemos que entender que es parte de la vida y que exigir no sufrir para poder vivir no es lo que la vida realmente ofrece. Por tanto, tener como objetivo vital no sentirse mal es una elección que puede limitar realmente nuestra vida. El desborde emocional por múltiples factores es una de las causas de suicidio.
Según la Clasificación Internacional de Enfermedades, CIE 10, (OPS, 1996) el suicidio es: un acto con resultado letal, deliberadamente iniciado y realizado por el sujeto, sabiendo o esperando el resultado letal y donde la muerte es un instrumento para obtener cambios deseables en la actividad consciente y en el medio social.
El suicidio es una de las tres principales causas de muerte entre la población de entre 15 y 34 años y la primera causa de muerte violenta, aunque si bien es cierto que la mayoría de los casos suceden en personas de más de 60 años. La enfermedad mental es el primer factor de riesgo especialmente entre jóvenes y adultos (OMS, 2002).
El suicidio provoca un fuerte impacto emocional entre los familiares, realizando el duelo más complicado e incluso interpretando como egoísta a la persona suicida. Paradójicamente, las personas que intentan acabar con su vida, a menudo piensan que les hacen un favor a sus parientes al irse de este mundo.
Los hombres presentan una incidencia de suicidio mucho más elevada que las mujeres; siendo mayor la mortalidad con el aumento de la edad, especialmente entre los varones mayores de 64 años.
Ante todo esto, se percibe imprescindible realizar campañas y acciones de concienciación y prevención. Algunas de estas recomendaciones son:
• Recuerde que no sirve de nada actuar de forma impulsiva, con el tiempo el pensamiento del suicidio se disipará.
• Lo más importante es abrirse a los demás y hablar de estos pensamientos a alguien en quien confíe, o a profesionales de la salud.
• Mantenga a mano una lista de personas con las que pueda hablar cuando tenga pensamientos suicidas.
• Llegue a acuerdos con personas de confianza para llamarles en caso de que intente autolesionarse.
• Distánciese de cualquier medio con el que pueda hacerse daño.
• Evite el consumo de alcohol u otras drogas.
• Cuide su salud física, vigile su alimentación y realice alguna actividad deportiva sencilla.
• Intente mantenerse activo y ocupado. Participe en actividades culturales, deportivas, de ocio.
• En caso de autolesionarse o sentir peligro inminente de hacerlo, diríjase al servicio de Urgencias del Hospital o llama al 112.
Para terminar, recomendamos la app PREVENSUIC con información sobre la Fundación Salud Mental España y unas herramientas muy recomendables para estos casos.
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Recuerda: DATE LA OPORTUNIDAD