«Quizás estaba haciendo la pregunta equivocada: no debería ser por qué tendemos a desdeñar lo nuevo a medida que nos hacemos viejos, sino por qué, a medida que envejecemos, ansiamos lo familiar” Robert Sapolsky.
La ansiedad es la respuesta fisiológica, psicológica y conductual de una persona que intenta adaptarse y ajustarse a presiones internas y externas, pero en algunas ocasiones puede ser excesiva, por lo tanto el objetivo es aprender a regularla.
Para esto es preciso comprender cómo funciona la ansiedad y abordar algunas de sus causas, regular los síntomas físicos mediante las técnicas de respiración y relajación, identificar y cuestionar las creencias desadaptativas que subyacen cuando la ansiedad es excesiva “no debo cometer fallos”, “no se me debe notar que estoy nervioso”, “pienso constantemente en todas las cosas pendientes de la semana y no consigo conciliar el sueño”, “algo malo me esta ocurriendo”, “se me puede ir la cabeza” y por último cambiar los comportamientos relacionados con la ansiedad mediante la planificación de una exposición gradual y persistente a la situaciones temidas.
La metáfora de «El león que tenía sed«, puede ilustrar la importancia de la vivencia experiencial para superar nuestros temores:
“En una ocasión, un león se aproximó hasta un lago de aguas espejadas y cristalinas para calmar su sed. Al acercarse a las mismas vio su rostro reflejado en ellas y pensó:”¡Vaya, este lago debe ser de este león. Tengo que tener mucho cuidado con él!”. Atemorizado se retiró de las aguas, pero tenía tanta sed que regresó a las mismas. Allí estaba otra vez “el león”. ¿Qué hacer? La sed lo devoraba y no había otro lago cercano. Retrocedió, volvió a intentarlo y, al ver al “león”, abrió las fauces amenazadoras pero, al comprobar que el otro “león” hacía lo mismo, sintió terror. Salió corriendo, pero ¡era tanta la sed!. Varias veces lo intentó de nuevo y siempre huía espantado. Pero como la sed era cada vez más intensa, tomó finalmente la decisión de beber el agua del lago sucediera lo que sucediera. Así lo hizo. Y al meter la cabeza en las aguas, ¡el león desapareció!”
Desde PsicoSalud Almería, os recomendamos buscar apoyo con vuestros amigos para este plan de exposición a las situaciones temidas y si tienes dudas consultar a un profesional.
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